Ahora el viento es mi amigo y las nubes mis compañeras de camino. Los árboles que balancean sobre mi danzan al son más puro y fresco de un día sin fin.

Y para el resto, que son todos iguales, no habrá más pena ni tristeza.


Mas si habrá mi corazón galopando sin retorno por las tierras de mis tierras en la soledad de esta naturaleza sabia y bella.