Pensaba, que por mucha distancia que separara a dos personas, si esas se querían, todo iba bien.
A mi me han recordado, veces, muchas veces, el típico ejemplo de... " El roce hace el cariño", como en el sentido de: si estás lejos de ella, pronto o tarde todo acabará.
Quisiera gritarles que es mentira, que si no saben lo que es querer de verdad a alguien, que no digan que acabará cuando poco hace que todo ha empezado.
Queda mucho por vivir, mucho por sentir, mucho por demostrar. Un largo camino, un gran lago, o una nube por el cielo, un marinero en su mar, un poeta en su papel y pluma, nos separa, quizás, si...
Pero a dos personas que se quieren les ata su amor, sus corazón van unidos, enlazados, agarrados, cosidos, por un lazo aterciopelado e invisible que se forma al querer día y noche esa persona, al pensarla, al recordarla, al añorarla, al cuidarla. Esa unión como entre dos mundos, entre dos vidas que están unidas a un mismo destino, no puedes separarles nada, ni la muerte, ya que cuando un cuerpo fallece, se pudre, sus huesos reposan bajo o detrás la lápida y unas flores en ella, son la forma física de demostrar que quisimos a esa persona, pero donde seguirá viva será en nuestra memoria.
Nuestros recuerdos, nuestros sentimientos harán que esa persona aún siga viva entre nosotros, y cuando nos moramos, esos recuerdos seguirán vivos, por el simple echo, de haberlo estado siempre.
Si pueden separarnos las paredes, las carreteras, los valles, montañas e incluso mares, pero nada puede separar los sentimientos, ni los recuerdos, ni el amor...
Si la persona a la que amas como nunca amaste a nadie te ama, lucha por ella, siempre... Si te ama, ella también lo hará, y vuestros recuerdos, sueños, ilusiones, amores, pensamientos... Seguirán vivos... Eternamente.
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