Me gustan los spaguetis, que sean como rizos infinitos mezclados con salsa de amor diabético.

Me abruma la sensación de ser la gota que colma el vaso, una pequeña chispa contra un incendio, un invierno frío en el ártico.

Investigué un par de noches cualquieras, este sin fin de preguntas sin respuesta y sin tan siquiera llegar a la primera puerta a la izquierda me di cuenta de que la más pura gloria del cielo y el peor de los infiernos, no está más allá como nos venden religiones o sectas, si no aquí en la tierra. Y para cada uno de nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me gusta la salsa de amor diabético y los inviernos fríos en el ártico.


pero me sigo quedando contigo, con este sin fin de preguntas sin respuestas.

Rachel dijo...

tu siempre tan filosófico jejejeje :)