¿ A caso me queda algo que decir, algo que sentir, algo que contar? ¿ A caso hay otra razón en este mundo por la cual respirar?
Nos pasamos la vida soñando en algo que quizás no existe, dejando de banda lo que realmente importa. Aunque no tenga forma material, ni sea caro ni barato, ni se guarde en un garaje o se deje en una estantería.
Vivimos la vida marcados por las costumbres sociales, pensando siempre con la cabeza en vez de con el corazón pero luego siempre nos quejamos y tenemos a quien echar la culpa. Agachamos la cabeza y nos preguntamos: ¿Por qué? Y el porque de tantas preguntas lo olvidamos haciendo lo que creemos que es lo mejor. ¿Mejor para qué? ¿Para llevar una vida sin vida?
Yo no nací para vivir atrapado sin esperanza, lamentándome continuamente y no luchar por lo importante, siendo así una mente social adormecida, una oveja más del rebaño que se deja llevar por lo que la sociedad y los demás dictan de: mejor o peor, correcto o incorrecto.
Si nacemos todos con un cerebro y un corazón es para usarlos independientemente de cómo lo usen los demás. Lamentablemente hay quiénes se conforman con amores baratos, pautas preestablecidas por la sociedad, manipulaciones sociales y demás.
Sólo son títeres sin libertad y, aunque son personas ciegas-conformistas, nunca sabrán de lo que es la vida en verdad.