Y me inundan de ilusión amores infinitos e infinitas rebeldías, de estar unidos por el amor y separados por la distancia.
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No debí seguir mis pasos, pero así lo hice. No debí seguir la razón, y la seguí. Y soñé que el color de sus ojos eran miel y, a ratos, bellos prados dónde me perdí una vez. Prados que recorrí pa' nada encontrar.. El prado donde me senté y vi las nubes pasar y las gotas caer y no mojar mi piel.
Hoy ya no espero al destino, es algo que aprendí: a retorcer cada segundo de camino.
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Amar es tener tantas vidas a la vez. Tantos ojos, tantas manos, tantas voces...Pero todo lo que nace y crece ahí, no puede salir.
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