¿Dónde estás? Me pregunté y pensé en decirte que he caducado, que he muerto a la espera de un te quiero furtivo, inapropiado. Intento darle cuerda al corazón, hacerle el boca a boca a los sin sentido y acabo enterrando todos los besos que me distes y te di. Cierro los ojos, los abro, los vuelvo a cerrar y los vuelvo abrir. Me tumbo a un lado, miro la ventana y luego el techo, me tumbo al otro lado y me come la pared. Boca arriba me cuesta respirar y boca abajo también. El corazón me romperá el pecho. Duele, duele mucho. Los nervios me agarraron del cuello y vomité sobre esos zapatos viejos, la noche en que se rompió el minutero, de tantos minutos contar, en soledad.
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