De un momento a otro puede que todo esto deje de funcionar cómo un reloj, cómo una orden establecida bajo un mismo patrón que funciona del mismo modo en cada uno de nosotros.
¡Qué cada uno nazca y crezca libremente, coño! Y que viva por su libre pensamiento, por su sensatez, su moralidad, su honestidad… ¡no por códigos preestablecidos por la sociedad!
Quiero perder el rumbo y dejar de lado el instinto animal del ser humano. No quiero tener más que los demás, más de lo que ya tenga ni más de lo que necesite. No quiero ser mejor ni peor, ni negro ni blanco, ni poco ni mucho. Tampoco quiero pensar siempre en lo positivo y negativo de las cosas, ni ser participe de: consumo = beneficio. No quiero necesitar tener, porque sé que cuánto más tenga, más necesitaré para saciar esta sed.
No quiero perder la poca cabeza que me queda, ni estar atado de manos, aunque, éstas, atadas ya las tenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario