Mundo, tus rejas son de humo,
tus calles un psiquiátrico abandonao;
la gente sale y se amontona,
pero siguen sin conocerse de ná.
Mundo, unos salen a conocerte,
otros a conocerse a si mismos;
en un desconocimiento global,
todos somos desconocidos.
Unos salen y recogen grano,
y lo cargan en mulas de otros;
unas manos vacías y agrietadas,
que siempre lo dan todo.
Tu dureza es el pan de cada día,
el que les falta a muchos,
eres loco mundo,
en el que estamos hipnotizados.
En unas tierras adormecidas,
nos ha tocado labrar,
para que todo se lo lleven,
los que no hacen nada.
Mundo, también nos has dado,
un cielo con mil estrellas y el mar;
para los que sonríen, para los que lloran,
y para los que están enamoraos.
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